El doctor Adolfo J. de Bold fue un hombre de ciencias. Nació en Paraná en 1942, donde vivió hasta irse a estudiar bioquímica en la Universidad Nacional de Córdoba. Más tarde siguió su carrera como investigador en la Universidad de Queen’s en Kingston, Ontario, Canadá. Esta mañana se conoció la noticia de su fallecimiento.
De Bold es el descubridor de la hormona llamada Factor Natriurético Atrial; esa que establece que el corazón tiene una función secretoria. El descubrimiento tiene un gran valor científico, clínico y farmacéutico por lo que ha recibido diversos premios y distinciones internacionales.
Ese descubrimiento revolucionó la cardiología moderna.
Su extenso trabajo y trayectoria, según se lee en la Academia Nacional de Ciencias, ha sido reconocido como el más importante en los últimos 50 años por la Fundación del Corazón de Ontario. Los Institutos Canadienses de Investigación sobre la Salud recientemente distinguieron su trabajo como unos de los mayores logros Canadienses en Ciencias médicas. Fue distinguido con la denominación de «Leyenda Viviente» por la Asociación lnternacional de Cirujanos Cardiotorácicos. Ha recibido títulos de Profesor Honorario de las universidades de Buenos Aires, Tucumán, del Litoral y de las universidades Nacional y Católica de Córdoba y es Doctor Honoris Causa de esta última y de la Universidad Nacional de Entre Ríos. Fue condecorado con las medallas del Jubileo de Oro y de Diamante de la Reina Elizabeth II y es Oficial de la Orden del Canadá. Esta última distinción es el mayor honor civil otorgado por el estado canadiense.
En varias oportunidades volvía a la Argentina y visitaba Paraná. Se sabía lector de EL DIARIO, y seguidor de las noticias de su país natal. En varias ocasiones, este medio pudo entrevistarlo y siempre se lo escuchó como un hombre muy humilde, muy estudioso y un divulgador de las ciencias. En esas visitas a la capital entrerriana, también solía realizar charlas didácticas en distintas escuelas, dirigidas a estudiantes de todas las edades. Entre esas visitas, estuvo hace unos pocos años, en 2015, por la Escuela Normal de Paraná.
En Canadá, era considerada entre las diez personas más influyentes de ese país. “Siempre hay que tener un sueño. Hay que tener una meta a la cual uno quiere llegar. Y trabajar muy duro para lograrlo. Las metas son casi todas posible de alcanzar con la condición de ponerle mucho esfuerzo”, dijo alguna vez el Dr. de Bold. Esa era la respuesta que solía cuando se le preguntaba sobre qué consejos le daría a los jóvenes que quieren llegar a ser buenos científicos.
Palabras que trascenderán, sin duda.
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